sábado, 25 de octubre de 2014

Autorretrato lingüístico

Supongo que como la mayoría de mis compañeros, nací y me crié en un entorno monolingüe, es decir, en el que solo se habla una lengua, aunque en ciertas ocasiones me he visto envuelto en otro idioma, aunque sea mediante expresiones, canciones, conversaciones…

No me refiero al inglés o al francés, que también, aunque luego hablaré de eso. Mi abuela nació y pasó gran parte de su vida en Aragón, por lo que me he tenido que acostumbrar a sus llamadas en catalán, y a sus canciones, y todo lo demás, esto, por supuesto no me ha afectado en ningún aspecto, es decir, no hablo ni mucho menos catalán, pero siempre recordaré algo.
Por otra parte en mi familia se habla inglés y francés, y se sabe la importancia de los idiomas, casi todos mis familiares hablan o el uno o el otro, y siempre viene bien.

También cabe decir que mi familia viene de distintos lugares, aunque fueron mis bisabuelos los que se vinieron a Cantabria. Por un parte vienen de Aragón y de Salamanca, y por la otra de aquí, de distintos pueblos de Cantabria. Todo pequeño aspecto cambia el idioma y el grado de cultura de alguien.

Centrándome en mí, no poseo grandes diferencias respecto al resto de hablantes cántabros, la única puede ser el hecho de que hablo inglés y francés, aunque el último lo chapurreo, aparte obviamente del español. Me encanta aprender idiomas, y el francés cada día me atrae más, aunque parezca lo contrario. Soy consciente de la importancia de los idiomas, y del buen uso que se les puede dar, por eso me gustaría seguir aprendiendo. Por ejemplo, me encanta viajar a diferentes lugares, y el idioma es fundamental.

Después de este rollo que espero que haya valido la pena escribir, me despido.